Belén Aguilera aterrizaba en la capital para compartir en directo su segundo proyecto en solitario
El Teatro La Latina estaba preparado para acoger una de las noches más especiales para el público madrileño. Lunes lluvioso que se transformaría en uno lleno de luz y buenas sensaciones. Una cola llena de gente rodeaba este conocido recinto para entrar al microuniverso de Belén Aguilera. Antes de que empezara el show, la gente aprovechó para comprarse las sudaderas del merchandising que por primera vez estaban disponibles.
También fuimos testigos de reencuentros llenos de cariño, personas a las que unió una voz y que ahora compartían y celebraban por la música. Minutos después, Belén aparecía por el escenario bajo una coreografía de aplausos que reflejaba la admiración y el agradecimiento de su público a un arte que endulza y sana.
La niña de ojos tristes que se refugia en el piano ya pisa tierra firme. Belén Aguilera la sigue cogiendo de la mano pero su mirada ha cambiado. Mira orgullosa a la mujer en la que se ha convertido, en la cantante y compositora que anoche hizo sold out con su proyecto propio, Superpop. Después de liberar los monstruos escondidos bajo la cama, nos unimos bajo una misma voz para estar en las nubes, corear al unísono por el amor propio y sentirnos parte de nuestra propia historia. La de Belén es para abrazarla en bucle.
El concierto arrancaba con Pienso en el final. Despues nos inundabas del Vértigo donde Belén Aguilera dio alas a su gran potencial vocal. Después llegaba el turno de Camuflo y Cristal.
Después, la catalana se acercaba al público visiblemente emocionada. “Voy a llorar antes de tiempo”. Sus fans se mostraron entregados hasta el final, cantando cada una de sus letras.
También hubo tiempo para esas canciones que marcan un cambio de rumbo como La tirita, Fuck off, Camaleón o Inteligencia emocional. Estos temas hicieron que la gente se levantara de sus asientos. Belén se transformaba y nos encantó verla en una faceta más rebelde y gamberra.
Este fue la reconfirmación de que cuando el talento emana de dentro eres capaz de afrontar cualquier estilo. Belén Aguilera nos dejó ver su faceta más baladista y emocional al tiempo que nos hizo vibrar con su lado más urbano y desenfadado.
Fue todo un acierto contar en este tour con un grupo de coristas que ensalzaron la intensidad y la fuerza de las canciones de Aguilera. Fue bonito ver que ellas también tuvieran su espacio en el show. Juntas interpretaron Ilesos que pertenece a Como ves no siempre he sido mía y frágil, entre otras.
”Soy una persona que se enamora muchas más veces de las que debería y esta canción la escribo más por mí, por mi momento vital. Todos somos cielo y tierra”, explicó para dar paso a una canción en la que nos sentimos identificados.
También le llegó la inspiración en un momento en el que se encaprichó de alguien y así nacio Diferente, un tema que cantó al piano. Tras acabar, Belén se secaba las lágrimas. Escucharla en directo es sentir sus batallas, revolver las nuestras y sentir cientos de sensaciones. La joven cantante se sentía como en casa, “muy metida en mi mundo”, confesaba ella pero eso es lo más bonito que puede ocurrir. Porque en ella solo hay verdad.
Otro de los momentos íntimos llegó con T’estimo que la dedicó al público allí presente. Una interpretación de una gran calidad como sucede en cada tema. Su directo es limpio y perfecto, con giros vocales llenos de magia.
También estuvieron presentes sus inicios con Jaque al rey y Mía, favoritas de la gente que le ha acompañado desde su crecimiento en redes sociales (donde triunfaba con thegirlandthepiano) y Tus Monstruos, donde el público se dejaba la voz para acompañarla en el estribillo.
De su primer proyecto también interpretó Búnker, Tu piel que quiso dedicárselo a su amigo Jose y Republicanas que fue un disfrute total porque ninguna queremos ser princesas sin voz ni voto. “Somos republicanas”.
El concierto llegaba a su fin con Camaleón, el mejor colofón que podía tener con su gente que se vino arriba, sin entender cómo el tiempo había pasado tan rápido. Un show impecable que cumple a nivel musical y estético,
Belén Aguilera es esa voz en la que necesitamos resguardarnos, ese compás que acompaña los días en los que cuesta mirarse al espejo, en los que hay más dolor que calma. En ella encontramos algo de paz y ese es el gran regalo que nos hace la música. Sanarnos. Ser casa y refugio. Ser abrazo. Gracias Belén por esta noche mágica. Nunca la pierdas porque volveremos a ti.
Agradecimientos especiales a Pentación Espectáculos