La magia de las primeras veces no se olvida. A veces ocurre que esa magia vuelve de forma inevitable. Y volvió la magia de Aitana, esta vez al Wizink Center de Madrid, un escenario que pisaba por primera vez y que nos recuerda a esos inicios donde veíamos despegar a una cantante que revela un sello inconfundible y una dulzura que deja huella. Bajo las luces y los nervios del multitudinario estadio repleto de fans resonaba con fuerza el talento de la joven catalana que reconfirmaba el lugar que se ha ganado en el mundo de la música española.
Quedaban unos minutos para que diera inicio una noche única que ni fans ni artista querían que terminara. Era el concierto que cerraba la gira 11 Razones Tour que le había llevado por lugares de toda España con cancelaciones y complicaciones de salud que había tenido que sobrellevar. Pero si algo había claro es que nada ni nadie le iba a robar esta noche. Era suya y de su público.
Su banda ya se preparaba sobre el escenario y sobre las 10 de la noche, se apagaron las luces y empezó a sonar una vibrante intro que era la antesala que indicaba que arranca el concierto. Aitana aparecía enérgica y feliz para entonar esas 11 Razones que dan título a su segundo trabajo discográfico. Una etapa rompedora la que culmina con este disco que es una joya del pop actual, donde da un paso más y consolida su carrera. Tras 11 Razones, nos quiso deleitar con Cuando te fuiste con una fuerza imparable a la que siguió el público que no quiso dejarla sola en ningún momento. “Voy a recordar esta noche toda mi vida y espero que vosotros también“, dijo la joven cantante para dirigirse por primera vez a su público en un Wizink, al templo de la música por excelencia que estaba repleto y se mantuvo entregado desde el primer tema.
Le siguieron Mejor que tú y Corazón sin vida que llegó como ese abrazo renovador. Aitana esta noche estaba especialmente feliz. Sus ojos no engañaban. Desprendían emoción y un gracias infinito. Pero lo que quizás no sabe es que ese gracias se lo tenemos que dar nosotros a ella porque pocas veces una se encuentra con tanta verdad, con un hacer bien las cosas desde el latido, desde la entraña.
El impulso de Teléfono inundó todo de una fuerza renovadora. Ese retorno a los inicios de una artista que desde ese primer single lanzado en verano no ha dejado de crecer y sorprender. Que ha convertido su esencial musical en fenómeno. Aitana nos recordó que hay veces que dejar a alguien atrás duele. Lo hizo con Dividido, donde todo el público se unió a ella en esta confesión en la que tantas veces nos reconocemos.
“Viena un momento de calma, de realidad. Siento que ahora tengo un altavoz y quería aprovechar para hablar de algo que me preocupa a mí y a todas y es la desigualdad“. Llegaba así uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con una canción que se ha convertido en himno. El Wizink Center se inundó de globos morados que serpenteaban al ritmo de Ni una más, mientras que todos los presenten se unían al sentido grito que provocó una emoción desbordada. Que caló muy hondo. Aitana se mostró muy emocionada y nos regaló una actuación brillante.
Después de este momento de quietud y sensibilidad, volvimos a la historia de 11 Razones donde la joven lo dio todo y los fans se entregaron más que nunca dejándose la voz en cada nota. Fue este momento el turno de Por, al que siguió Igual, donde Aitana dejó los miedos a un lado y estuvo a la altura de uno de sus temas favoritos que tiene importantes exigencias vocales, tal como ella misma aseguró. “En septiembre yo cogí una laringitis que me hizo que no pudiera hacer varias semanas de conciertos y cuando volví quité esta canción del repertorio porque pedía mucho de mi voz y le pillé miedo. La canté por primera vez en el Palau y quería cantar otra vez esta noche”.
A continuación fue el turno de una de las canciones que incluirá en su próximo álbum. Se trata de Berlín, una de sus canciones que más ha sonado últimamente. El público se vino arriba, especialmente los más pequeños que fueron los que más disfrutaron con sus madres y padres como cómplices de ese momento especial. Aitana brilla en solitario pero igualmente impresiona cuando se une o comparte una canción con algún artista. Esta es una decisión que la engrandece. Pudimos escuchar Mándame un audio, Presiento y Más de lo que aposté.
Volver a sentir y de una manera punzante y directa. Ocurrió con la sentida interpretación de Con la miel en los labios. El punto de inflexión de la noche que llegaba con la primera invitada de la noche, Vanesa Martín, una cantante a la que Aitana admira desde que es pequeña. Fue inevitable no emocionarse y dejar caer alguna lágrima. Las voces de ambas sonaron cálidas y elegantes en una versión que ya queda para el recuerdo. Y para terminar Vanesa le dedicaba unas palabras. “Te mereces cada paso de éxito. Tienes ese algo que no se explica. La música contigo es más rica aún“. Tras la emoción, llegó la vibrante Menos que entonó desde las escaleras y otra que inundó el antiguo Palacio de los Deportes de buenas sensaciones, Resilient, el tema que Aitana lanzó con Katy Perry y que había dejado olvidado al principio de la gira.
Un homenaje convertido en caricia
Aitana quiso acordarse de su abuelo Emiliano, del amor infinito que custodia en su corazón y aprovechó para hacerle un sentido homenaje. A él y en extensión a todos los abuelos que se han ido por el coronavirus. “Yo he crecido con la figura de mi abuelo y él ha sido quien ha visto toda la locura que ha ocurrido. El año pasado estuvo ingresado y quise dedicarle Si tú la quieres. A día de hoy mi abuelo ya no está con nosotros y al igual que él las personas mayores que por desgracia este último año se han ido”.
Formentera fue un auténtico subidón. Era la segunda vez que Aitana la cantaba en directo y a pesar de que hacia solo unos días que había salido esta colaboración con Niki Nicole la gente se la sabía y la disfrutó muchísimo. También hubo tiempo para dejar atrás las relaciones tóxicas con No te has ido y ya te extraño, la pegadiza Me quedo y la entrada del segundo invitado de la noche. Marmi, amigo de la infancia de la catalana se unió a Aitana para cantar Tu foto del DNI. Fue “el no final” porque Aitana anunció que era el cierre definitivo a este concierto. Pero aún quedaban algunas canciones más y las sonrisas y las caras de emoción volvieron a hacerse presentes entre el público.
El Wizink Center se enfundó de magia cuando Pablo López se sentó al piano e interpretó junto con Aitana una preciosa versión de Vas a quedarte. Las teclas se fundieron con las voces de ambos que fueron un cálido abrazo que sentimos muy cerca. Se percibía una clara complicidad entre ellos y un cariño y admiración eternos. Después de la delicadeza musical que deja la magia del momento, llegaba el colofón del concierto con Mon Amour y Zzoilo que inundaron de buenas energías el estadio y el corazón de la gente. El 11 Razones Tour cerraba con Más, un último regalo con una Aitana visiblemente emocionada, donde su talento voló hasta la última grada y no dejó lugar a dudas. El pop español resplandece con su esencia, su dulzura y una voz que ya forma parte de nuestra banda sonora.