El mejor acierto de la joven cantante que encamina un proyecto artístico con futuro y mucha luz
Cuando eres tú misma, cuando te reconoces valiente y sencilla, cuando entiendes que tu música al fin toma la forma esperada, es cuando todo fluye, cuando las piezas del puzzle comienzan a encajar, engrasan y el sonido vuela hacia un mismo sentir. Desde que Aitana debutara con Spoiler, se ha atrevido con un pop actual y ha iniciado su incursión en un sonido melódico latino que le ha ayudado a lanzar su carrera a nivel internacional.
Durante el proceso de composición de su nuevo álbum, de manera orgánica, sintió la necesidad de cambiar de etapa, de reinicio artístico, siempre consciente de nunca abandonar su esencia, la de aquella chica del flequillo que nos enamoró con Besa la verdad en una Academia que ahora recordamos con nostalgia y emoción.
11 razones es lo que llevábamos esperando desde hace tiempo. Un reencuentro con el teen pop de los 2000 que tantos buenos recuerdos nos trae y que tan importante es seguir teniendo presente en el panorama musical. Porque forma parte de nuestro ADN. Un sello que le puede hacer crecer a pasos gigantes.
A partir de +, su colaboración con Cali y el Dandee y la inolvidable Tu foto del DNI junto con Marmi, su proyecto empieza a tomar una nueva forma. Con alguna pincelada punk que entonces nos enamoró de la época más brillante de Avril Lavigne pero sin entrar en ninguna comparación, con un punto de dulzura que nos deja el corazón lleno de vida, con un carácter sensible y desenfadado, incluso descarado por momentos. Bajo esas bases se asienta 11 razones, un tema que rápidamente se convierte en adictivo. Pura dinamita pop de los 2000.
Con el rugir de una batería explosiva y un inicio que en la melodía recuerda a alguna mítica de La Oreja de Van Gogh, la canción, que es adelanto del disco que verá la luz este viernes, nos avanza sobre lo que está por venir. Se trata del último tema del álbum, colorista y rompedor. Sin duda, el mejor cierre que podría tener. Seguro que lo que nos queda por ver nos sorprenderá: baladas intimistas y colaboraciones muy top entre las que están la de Beret y Natalia Lacunza.
El videoclip dirigido por Jean Lefleur sigue una estética muy de la época de los 00 que conecta con el sonido que envuelve toda la canción, la vuelta a las dos coletas, el disc man lo vintage y un pop adictivo que es carne de directo. Inocencia y dulzura se unen en unas imágenes que conectan con el ambiente teen del que hablábamos. Respira frescura y desahogo.
En lo que parece ser una habitación, un grupo de jóvenes se debaten entre la libertad y la rabia y la frustración que acaba en un sentimiento que abraza el amor propio y que rompe con una relación tóxica que no quieres en tu vida.
La voz en off en forma de rap es uno de los puntos fuertes de 11 razones donde encontramos referencias muy claras a las canciones que están incluidas en el disco. Todos los títulos enlazan con la letra. “Que entre menos te quería (…), Que la estupidez más grande fue nunca aprender a olvidarte, se ha quedado un corazón sin vida, cuando te fuiste, entre más me dolía (…), Que si no ibas a volver“. Todo tiene sentido y una coherencia y es interesante descubrir cada detalle. Ahí es donde surge la magia.
11 razones de Aitana es lo mejor que hemos escuchado en mucho tiempo. Su voz ha encontrado su lugar y creemos que es donde debe quedarse para seguir brillando. Siempre que ella quiera y así lo sienta.
