Dibuja horizontes con alma en los mapas de la piel. Enciende un ejército de luces en medio de las tinieblas. Abraza sueños y conquista ciudades. El catalán nos regala su pasión por la música en un mundo que necesita quererse mucho y quererse bien. Alfred García brilla en los escenarios de la gira de Operación Triunfo y en sus primeros conciertos en solitario de los que el cielo de la música es testigo. Artista eléctrico y emocional, con una luminosidad inagotable que recompone corazones y compone historias en forma de versos que ponen de pie a miles de personas. Quiere hacer historia a lo grande, paso a paso, para ofrecer un trabajo mimado al detalle y cocinado a fuego lento con el amor más puro que hayáis visto nunca. El cuarto finalista de OT 2017 y representante español junto a Amaia del Festival de Eurovisión, prepara un disco que será tan grande y especial como él lo sueñe. Escribo estas líneas mientras empieza a sonar Que nos sigan las luces en una playlist aleatoria de Spotify. Aparece por casualidad para inspirarme. Su voz y mis palabras se entremezclan de forma inesperada. No dejo de sonreír porque la magia del destino ha querido que nos encontremos de nuevo.
Alfred ha llegado a nuestras vidas para ser una revolución magnética que se apodera de nosotros casi sin quererlo. Con esa sonrisa tímida y esa mirada nos acerca a su mundo y a ese fascinante universo del que queremos y necesitamos formar parte. Es una galaxia emocional que deslumbra talento. Sonriendo y sin llamar la atención, aparece con su sencillez y humildad para iluminar el mundo con su electricidad, su rock’n roll , sus luces y sus rarezas.
Sin duda, Alfred es el futuro del pop español. Él no sigue modas, sino que lucha por tener un sello propio que le identifique como músico y compositor. Trabaja para crear la música que siempre ha querido hacer, en la que las historias de su vida toman forma en temas con una sensibilidad y una emoción que traspasan fronteras, ciudades y estadios enteros. No se aferra al éxito de Operación Triunfo, sino que está luchando por una carrera diametralmente opuesta en la que vemos a un artista preparado musicalmente que sabe lo que quiere y lo pelea hasta el final. En sus letras vemos el alma de un excelente compositor que nos coge de la mano para mostrarnos sus luces y sombras, sus debilidades y fortalezas en un viaje inolvidable que no queremos que termine nunca.
1016, el disco soñado
“Quédate conmigo hasta que se caiga el cielo. Quédate conmigo. No sé cómo acaba el cuento”, canta Alfred en una de sus canciones en la que recorre versos de la Tierra hasta Marte.
Alfred prepara su disco 1016, su nuevo trabajo en el que se ha dejado la piel. Londres, Por si te hace falta, Lo que te puedo dar y Marte son algunas de las canciones que sus seguidores han visto nacer en la Academia y que tendrán un lugar muy importante en este disco mágico y personal. Alfred ha sido el primero de sus compañeros en iniciar una gira en solitario en la que ha hecho un recorrido por algunos de los festivales más famosos del país en los que grita que lo mejor está por llegar. El Arenal Sound y el Share Festival son los escenarios que han visto brillar a este joven artista sin todavía tener su disco en la mano. Un éxito sin precedentes que celebra con su compañera de vida y de gira, Amaia Romero, una cantante hipnótica que solo necesita su voz y el silencio de la noche para que su talento musical explosione como dinamita que lo deslumbra todo. Una sensación que se revive cuando Alfred sube al escenario y envuelve el espacio de una energía que se palpa a kilómetros de allí. Al piano, con su particular trombón o al ritmo de su guitarra. Las luces le seguirán en el último concierto de la gira de OT 2017 en Almería, en su próxima parada de su tour musical en el Festival Acústica de Figueres el 31 de agosto y en la Fiesta Mayor del Prat, en la que será pregonero y principal cabeza de cartel el próximo 29 de septiembre. Una cita ineludible en la que tocará los temas principales de su álbum y revivirá versiones de míticos temas como Insurrección.
Alfred destaca como artista por sus ganas de comerse el escenario cada vez que se pone frente a un micrófono, como persona por el amor a su trabajo y a su público, al que siempre ha brindado su incondicional compromiso y agradecimiento por haber confiado en el talento del chico del trombón desde aquel casting de Georgia on my mind. Pisa el escenario con fuerza para hacer brillar su talento y hacer disfrutar a sus lucecitas, esas que siempre han estado ahí y que estarán para siempre. Ha conseguido el certificado de Disco de Oro por el tema compuesto por Nil Moliner, Que nos sigan las luces sin necesidad de ningún tipo de promoción, únicamente con el apoyo de esos fans que jamás decepcionan como su voz que marca la diferencia y sin quererlo nos devuelve la energía y la fe en la buena música. El escenario es su casa y su público, una familia incondicional que le acompaña en cada paso que da en los inicios de su carrera musical.
Sus padres, Alfredo y María Jesús han sido su mayor apoyo. Siempre caminando juntos hacia un lugar llamado sueño. Alfredo, con la cámara en la mano, ha sido el encargado de guardar los recuerdos de toda una vida, desde su infancia, sus primeras canciones hasta su éxito en los escenarios convertido en la futura promesa del pop español. Él es quien le recuerda que su pasión y entrega cobra sentido con el paso de los años que le devuelven su trabajo en forma de regalo. Su madre, María Jesús, es la sonrisa sincera y la dulzura hecha mujer. Su mejor confidente, su guía, sus brazos, su todo. Ellos son el reflejo en el que mirarse, su razón para seguir avanzando en la música, esa palabra que parece pequeña pero que se convierte en algo enorme cuando sale de la garganta del chico del trombón. Sus padres siempre tuvieron claro que Alfred tenía madera de artista. Su pasión por la música viene de familia y es que desciende de Rumba Brava, un grupo de rumba catalana que mantenía buena relación con músicos como Peret. Además, su padre y su tío también tocaban en locales de El Prat de Llobregat, su lugar de residencia. Fue su tío quien le enseñó a tocar la guitarra. Ya con 7 años empezó los estudios de trombón y canto y muy pronto aprendió a tocar la guitarra, el piano, la batería y el teclado de manera autodidacta. Ha compaginado sus estudios de jazz y música moderna con su pasión por el cine y la comunicación audiovisual. A los 15 años publicó su primer disco producido por él mismo llamado Beginning y con 17 grabó su primer sencillo, She looks so beautiful (2015) y publica su primer corto musical A Free Christmas Story. A los 19 años se presentó a La Voz y llegó a las audiciones a ciegas, pero los coaches no se giraron. Una aventura truncada que le sirvió para seguir luchando con más fuerza que nunca y no abandonar su sueño. Entonces no imaginaba que el destino tenía preparado para él algo mejor.
Uno de los rasgos que mejor le definen es su curiosidad por el arte. Amante de Michael Jackson, Alfred es uno de los mayores fans del rey del pop, del que conoce todo como si fuera parte de su familia. Lo ha leído todo sobre él, como siempre hace con sus artistas favoritos. Incluso, llegó a ganar un concurso de imitadores del cantante en un crucero. A pesar de su juventud, Alfred destaca por su gran valor como cantautor, compositor e instrumentista que quiere crear su propio estilo. Le han inspirado la música de artistas muy diversos, desde Michael Jackson, Stevie Wonder, George Benson, Leonard Cohen, Bob Dylan, John Mayer o Ed Sheeran. Antes de entrar en Operación Triunfo ya había actuado en locales y festivales acompañando a músicos como James Kirby, Joe McKenna y Peter Baxter. Además, Alfred es un joven solidario y comprometido con causas sociales. Ha colaborado con la ONG Open Arms que ayuda a los refugiados que llegan a Europa por mar, además de aportar su granito de arena en muchas otras asociaciones. Ha alzado su voz por la defensa de la libertad de las mujeres, ha tendido su mano a los niños del Raval y ha participado en el festival que lucha contra el hambre en su localidad natal con el objetivo de dar voz y visibilidad a quienes no la tienen.
Durante su paso por Operación Triunfo, descubrimos a un artista que lo arriesga todo para dar lo mejor de sí mismo, una persona que emociona sin quererlo y un concursante que cuenta en sus canciones, que lo llora, lo pelea, lo vive. Su brillante talento musical se hace presente en cada una de sus actuaciones, unas más acordes a su estilo musical y otras radicalmente opuestas que muestran su versatilidad como cantante. Desde Georgia on my mind, la canción con la que se estrenó en la gala 0, la misma que le dio el pase a la Academia televisada, Amar pelos dois, con la que rindió homenaje a Salvador Sobral, con el que siempre se ha sentido muy identificado, The lady is a tramp de Sinatra hasta Don’t stop the music de Rihanna o Bajo el mismo sol de Álvaro Soler. En sus ratos libres, después de los ensayos, en la terraza mirando los aspersores bajo la atenta mirada de Amaia o en el salón de la que fue su casa durante tres meses, se sentaba con su guitarra para versionar sus canciones favoritas o empezar a imaginar sus propios temas, los que ahora sentimos la necesidad de gritar a todas horas. Otras veces se sentía más nostálgico y se encerraba en la sala del piano para seguir creando. Su voz, el silencio y la soledad se adueñaban del lugar y se entremezclaban con las notas que salían del piano y la magia que se escapaba de su garganta. De ahí salieron composiciones de una sensibilidad muy especial como Por si te hace falta, la canción que Alfred dedicó a Roi y Ana en su semana de nominación que terminó con un abrazo grupal y lágrimas en los ojos. En el camino se encontró con la amistad y el compañerismo de 16 almas con las que compartía un mismo sueño, especialmente con las bromas de Roi, la dulzura y la inocencia de Aitana y la belleza y naturalidad de Amaia, su alma gemela dentro del concurso que se lleva para siempre. Todos juntos sufrieron en los repasos de gala, brillaron en las galas, se emocionaron con el reencuentro con sus familiares o cuando se reunieron los 16 para cantar Camina, el himno de la edición, se abrazaron cuando más lo necesitaron y se apoyaron en los momentos difíciles. También rieron con sus locuras, se hicieron fuertes frente a los retos, bailaron hasta el amanecer y cantaron hasta que les faltaba el aire.
Rarezas con mucho arte
Alfred ha sido un ejemplo de valentía y superación. Siempre que ha tenido ocasión se ha mostrado sincero y fiel a sus principios. Se ha declarado feminista y gran defensor de las mujeres, al igual que de las personas más desfavorecidas que necesitan un altavoz para ser escuchadas en una sociedad egoísta en la que se prejuzga, en la que no se escucha, en la que todavía queda mucho por aprender. Alfred sirve de reflejo para muchos jóvenes que se esconden por ser diferentes, que tienen miedo y sufren en silencio porque sí, en pleno siglo XXI todavía hay gente que vive anclada en estereotipos y prejuicios que hacen mucho daño. Ser raro es lo más maravilloso que te puede pasar, sí lo digo. Luchemos por esa gente que tiene el poder de convertir sus rarezas en arte. Alfred es un artista que te cuenta secretos al oído entre mágicos susurros . Su música vuela entre palabras que se quedan suspendidas en el aire como un suspiro que llega directo al corazón. Muchos le tildan de raro, pero yo pagaría por oírle cantar cada noche en mi habitación. Su luz es capaz de iluminar un país con su voz y su personalidad arrolladora. Eres de esas personas que lo iluminan todo, que lo luchan y lo arriesgan hasta el final. Valiente. Mágico. Emocional. Un músico inigualable que comparte su pasado, su presente y su futuro. Maldita dulzura la tuya que queremos acariciar en cada verso, en cada mirada sincera y cada gesto que enamora. Tocas el cielo en cada estadio. Pellizcas el alma en cada canción. Eres música acústica que viaja entre planetas, galaxias y constelaciones en busca de luz, emoción y sensibilidad. Un músico emocional y emocionado que lucha por un sueño.
Hay silencios que hablan en los miles de kilómetros que tu equipo de luces recorre para verte brillar. Siempre quedará otra canción, otro festival y otro concierto. Tú que haces bailar a las letras, eres un animal hipnótico que le pone letra a tus miedos, a tus locuras, al feminismo y la libertad. Eres música que sana con sabor a jazz y rock&roll.
Ladrón de almas
de aquí a (a)Marte.