Sin rodeos. Así es el cine por el que apuesta el cineasta y actor Santiago Segura cuando se pone a trabajar en un nuevo proyecto. Después de su última película protagonizada por Maribel Verdú, el director español vuelve a las andadas con una historia que explora la comedia familiar con un humor muy característico que desatará la risa inmediata del espectador o si no te reconoces en él, solo tendrás ganas de salir del cine. En cambio, lo que le ha pasado a los millones de espectadores que se han acercado a una sala a descubrir esta película es lo primero. Segura demuestra su valor al saber dirigir a un grupo muy joven formado por sus hijas en la vida real. El director aparca esa vena fílmica de mostrar lo políticamente incorrecto de Torrente para adentrarse en la comedia familiar. En este caso, Santiago Segura vuelve a acertar con un remake de la argentina Mamá se fue de viaje (2017) bajo el título Padre no hay más que uno que dirige e interpreta.
Javier (Santiago Segura) es lo que se conoce como marido-cuñao, esa persona que no se preocupa ni de los hijos ni de la casa, pero aparenta saberlo todo. Siempre tiene una frase preparada para su mujer. “No te pongas nerviosa”. “Es que no te organizas”, mientras él vive centrado en su trabajo y despreocupado de su familia. Javier deberá hacer frente a la realidad cuando se quede a cargo de sus hijos, mientras su mujer se va de viaje.
Hay risas pero no son suficientes. Los niños aportan una frescura a la cinta pero unido a las interpretaciones del elenco más adulto que intenta exprimir al máximo su vis cómica, no da demasiado resultado. Al menos no para considerarla la comedia del año. El humor de Padre no hay más que uno se queda a mitad de camino y no consigue cuajar. Se queda en la memoria como una película para pasar un buen rato y hacer reír sobre todo a los padres y madres que se verán reflejados en situaciones muy similares. Una comedia simpática y entretenida sin demasiados artificios que funciona en su tono más amable.
El sinfín de cameos que aparecen a lo largo de la cinta de Segura sin duda es todo un acierto. Anabel Alonso, Silvia Abril y Anabel Alonso son algunas de las caras conocidas que muestran su lado más divertido. Nos volvemos a encontrar aquí con la naturalidad y buen hacer propio de Segura. Además, la buena relación que se produce en rodaje se traslada más allá de la pantalla y de esta forma se produce una conexión especial con el espectador que si es padre o madre se divertirá más que cualquier otro. La historia agrupa todos esos tópicos y gags relacionados con las nuevas tecnologías (esos grupos de whatsapp tan aburridos), sobre la crianza de los hijos y la ineptitud de esos padres (aunque no todos son así) que no saben manejarse con los niños cuando falta la mujer, como pasa en este caso. El viaje de la madre, personaje interpretado por Toni Acosta y su amiga intepretada por Silvia Abril es un añadido más que acaba siendo algo más secundario pero sin quitar mérito a ambas que regalan un dúo cómico desternillante con algunos de los mejores gags. De una forma u otra, nos veremos reflejados en la película que cumple claramente con sus expectativas, entretener y sacarte al menos una sonrisa.
A pesar de ser una adaptación, Padre no hay más que uno funciona como se espera de una comedia de este tipo por el ingenio de Segura y la disposición y entrega del elenco protagonista. La película no empieza con muy buen pie pero a medida que avanza la trama se consigue la eficacia deseada. En definitiva, iremos al cine sabiendo lo que nos vamos a encontrar y a pesar de que no es la comedia del año, siempre es un buen momento para pasar un buen rato con Santiago Seguro y toda su tropa.