Crítica de ‘Abuelos’: emprender con ternura

abuelos pelicula

En estos tiempos colmados por el pesimismo y los dramas, @buelos (2019) llega para cambiarlo todo con una historia muy humana y real llena de frescura y optimismo que será la mejor medicina para un público cansado de tramas que no te dicen nada, que prometen ser algo que no son. @buelos es una película sentida, sencilla y poderosamente emocional con la importancia de la familia como telón de fondo.

Cuando tu última opción es la ilusión y la pasión por un sueño que ha llegado a tu vida tarde, solo te queda luchar. Luchar por lo que quieres, por lo que te hace sentir bien. Es lo que le ocurre a  Isidro (Carlos Iglesias), uno de los protagonistas de @buelos, el debut en la dirección de Santiago Requejo que aporta una dosis de humanidad a la cartelera del cine español. Una película que llega en forma de reivindicación para mostrar el punto de vista de esos abuelos que se desviven por sus nietos, a los que jugar a la petanca en el parque o echar la tarde viendo fútbol ya no les divierte. Además, reproduce episodios de la  vida real que conectarán con los espectadores, como la dificulptad de encontrrar trabajo a cierta edad y esa incompatibilidad forzada entre la familia y el trabajo. Una barrera con la que se quiere romper en esta simpática comedia que te deja una sonrisa y unas ganas irrefrenables de que las cosas cambien.

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Isidro (Carlos Iglesias) es un hombre de 59 años prejubilado que se ahoga en su propia cosa y necesita volver a trabajar porque es lo único que le hace sentir vivo. Lo intenta de todas las maneras pero las entrevistas de trabajo tan modernas con dinámicas de grupo que no entiende no le hacen el camino fácil. Después de darles muchas vueltas, decide que la mejor manera de volver es emprender en una guardería ¿Cómo lo hace? Con la ayuda de sus amigos inseparables Arturo (Roberto Álvarez), famoso escritor de novelas románticas y un tierno Desi (Ramón Barea) que está como loco por ser abuelo. Requejo dirige con muy buena mano esta película y coescribe el guion junto con Javier Lorenzo. Para ambos es su primer largometraje, un debut en cine muy acertado que a pesar de tener algún desnivel en el ritmo general de la cinta, han hecho un trabajo excepcional.

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El mayor tesoro de @buelos es un guion buen escrito, trabajado con mimo y cuidado al detalle por los guionistas que no dejaron de trabajar en él hasta que dieron con el resultado final esperado. Los personajes principales son presentados a lo largo de la película, cada uno con sus virtudes y manías, su historia y sus puntos en común. Si los principales tienen una gran importancia, los secundarios ganan fuerza y aportan valor a la historia. Así, se convierten en un añadido necesario que permite profundizar en el mensaje que deja la cinta. Muy reseñable el personaje interpretado por Eva Santolaria que nos regala uno de los mejores diálogos de la película. El mayor acierto es que son diálogos nada forzados, dejan paso a la improvisación y la naturalidad y eso siempre es de agradecer.

Pero si hay algo que se gana el corazón del público son el trío de actores que protagonizan @buelos. Carlos Iglesias, actor todoterreno vuelve a desprender esa ternura tan característica, ese humor tan humano y natural que te hace reír y te emociona. Carlos es verdad en pantalla grande, honestidad y pasión por su trabajo. Roberto Álvarez consigue interpretar a ese mayor que lleva coraza pero que se derrite por las cosas importantes como ese niño con ganas de jugar. Su valor como actor sigue intacto a pesar del paso de los años. Ramón Barea hace un trabajo impecable, es la ternura de una persona que cocina, canta y disfruta de la vida como si fuera el primer día. Sin saberlo, da una lección a todos esos jóvenes que viven amargados en su casa, sin ver lo que hay fuera. Siempre tan versátil y sabiendo captar la esencia de cada personaje.

En definitiva, @buelos es una comedia amable que gana la batalla con un reparto brillante y lleno de carisma que consigue unir en una sala a público de lo más variado. Pequeños, jóvenes y mayores conocerán que la mejor forma de avanzar es emprender con ternura. No hablamos de hacerlo solo con un negocio, sino en la vida real. Luchar por lo que quieres, cuidar a los tuyos y aprender hasta el último aliento.

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