El inolvidable viaje de Cepeda ‘Con los pies en el suelo’

Después de la espera, llega la magia. Cepeda no decepciona con su nuevo trabajo Con los pies en el suelo

Entre acordes menores, tan real como sincero, Cepeda dibuja una nueva línea, una historia, la de su vida y una generación que necesita voces rasgadas que griten verdad, que no teman, que vuelen libres después de los principios. Un álbum vital, de energía deslumbrante con unas letras llenas de luz y belleza, que se quedan grabadas a fuego en el corazón. Ecléctico, conmovedor, honesto y de evolución creciente, el cantante gallego demuestra tener ahora más que nunca los pies en el suelo, creando música desde un lugar muy generoso, fiel a su sentir.

Después de su primer disco, Principios y la reedición Nuestros Principios, Luis llega con un trabajo que irradia muchas cosas buenas. Un sonido que nos recuerda al pop de los 2000 y hace revivir esas míticas canciones de El Canto del Loco o Pignoise, que tienen mucho de directo y de magnetismo explosivo. Lo mejor es que en este nuevo trabajo encontramos de todo, desde baladas, hasta temas más rockeros o cercanos al urban pop.

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Lo mejor de Cepeda es que sabes que siempre va a tener un as bajo la manga, siempre va a sorprender y eso hace que siempre quieras volver, quieras descubrir qué esconde tras sus letras y su carácter artístico. En su debut, demostró tener las ideas muy claras y ahora, vuelve a conmover con un trabajo mucho más personal desde la desnudez, el dolor y la denuncia. Donde necesita escribir una carta a su pasado para avanzar en el presente. Es lo que uno aspira a ser, es romper con las ataduras.

Con los pies en el suelo es cordura desgarrada. Cepeda a modo de crítica, quiere dar un golpe sobre la mesa y hacer reflexionar a esa gente que ha decidido que la vida de los demás es más importante que la suya, que van a hacer daño sin razón. En esta canción, el gallego nos habla de un aprendizaje con el que ha tenido convivir desde que es una persona pública. “Cada vez que salto, vas buscando tu momento”, dice este tema que abre el disco.

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El álbum prosigue con Gentleman, la mejor carta de presentación, una denuncia a la artificialidad de una sociedad donde parece que cada uno interpreta un papel. Un tema luminoso y muy necesario. Lo diferente llega con Pegadita, donde Cepeda por primera vez explora el género urbano, de sonido suave y sensual, donde descubrimos un nuevo registro. Toda una sorpresa. Las letras que dibuja en el alma este gallego siempre tienen poso y un valor incalculable. Lo encontramos en Desayuno con Diamantes, una canción que habla del maltrato, que nos trae esperanza en medio del desastre, de lágrimas sumergidas en heridas que cuesta cicatrizar. Un tema que empieza intimista para explosionar en el estribillo lleno de apoyo y positivismo. Es esa mano que nunca te suelta. El abrazo que necesitas. “Aprendiste que soplando, se va el huracán”, reza la canción.

La primera colaboración del álbum es 2007 con David Otero, con quien siempre ha tenido una gran complicidad. Un viaje a una época de música de adolescencia, donde siempre queremos volver, enmarcada en un pop rock muy atractivo que te hace soñar. Una máquina del tiempo entre Madrid y Galicia que revisita el pasado, disfrutando de un verano de risas, bailes y un amor de energía desbordante. 2007 es disfrute, nostalgia y melancolía. Es lo mejor de los 2000 con el sonido de ahora. Lo mejor de Luis y David.

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Ahora llega el turno de Da media vuelta, una que da sentido a la música por el tono de denuncia. El mundo es de valientes, no de cobardes. Cepeda es un narrador de honestidad guerrera y lo vuelve a demostrar en este tema, donde dice que nadie tiene derecho a humillarnos y rompernos. De rabia y extrema sensibilidad, donde nos deja la mejor lección ante un abril que roba los latidos: da media vuelta y sonríe. Después, nos encontramos con Sirenas, un tema que habla de esas relaciones que fueron parte de ti y ya no, que se llevaron tu mitad en medio de las mentiras. De dejar de esperar y dudar si todo fue real. Un sonido muy enérgico.

El punto cañero llega con La novia de Rubén, donde encontramos un Cepeda más gamberro y rockero, con mucha garra. Esas canciones que siempre nos enamoraron y que ahora se recuperan. Canalla y de sonido magnético, que tiene un espacio muy importante y funciona porque rememora la música de antes con mucho acierto. Después del subidón, llega una balada de esas que acarician la piel, Antípoda, donde mejor se siente su talento. Es el Cepeda de los inicios, sensible, emocional y con una magia escondida en cada acorde. Del amor que se quedó en el camino. De las miradas, de un nosotros que no lo fue.

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Una de las más especiales por su verdad, de baile, de épica y rotura es Si tú existieras. De piel y sentimiento puro y sincero. Hace unos meses que ya la podemos disfrutar y lo volvemos a hacer como la primera vez porque su magia no caduca. Un tema que habla que lo que sueñas puede hacerse realidad, que el amor al final llega y tú tienes que dejarle entrar y dejar atrás los monstruos que no te dejan sentir. Después, llega la segunda y última colaboración Salí a buscarte con Funambulista, una canción precisa, tierna, pausada y cálida con una unión que necesitamos escuchar en bucle. “Salí a buscarte a decidir qué hacemos con el miedo”.

Acordes menores es la balada que cierra el álbum, que susurra al oído y te deja paz después de disfrutar de un disco rotundo y valiente. De esas que conmueven en directo. En definitiva, el nuevo álbum de Cepeda, Con los pies en el suelo es un intercambio de huellas e historias. Es un viaje al pasado. Un baile de piel. Es power pop y rock canalla. Es único y diferente. Donde encontramos riesgo y verdad. Vuelo libre.

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