Miriam Rodríguez: el eco de tu suerte

miriam rodriguez

De un apasionante mundo interior salió una frase que ahora retumba en mi cabeza cuando me preparo para escribir estas primeras líneas. “Si caminas solo llegarás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Miriam Rodríguez lo hace en cada nueva canción en la que te deshaces y te recompones lentamente, pasas por esos estados de ánimo que necesitas para estar triste o renovarte de energía. El mejor sonido del pop rock con la seguridad que aporta una compositora que siempre vuelve deslumbrante y con el poder de ser ella misma, sin filtros ni medias tintas.

La leona ha publicado hoy su segundo álbum La dirección de tu suerte, producido en gran parte por ella. La de Miriam, navega entre la honestidad, el talento y el golpe de una guitarra, la que resuena con fuerza sobre los escenarios y en ese garito donde tantas letras y sonidos se crearon. Después de sanar sus cicatrices, Miriam Rodríguez encuentra su lugar y lo hace con  un disco poderoso y personal que publica en unas circunstancias peculiares que no le han hecho olvidar lo importante.  Antes de todo, siempre fue la música. Su razón de ser.

miriam rodriguez

Me adentro en este viaje fascinante y me gusta hacerlo con perspectiva porque en conjunto todo cobra sentido. La dirección de tu suerte empieza con Desperté, una canción que define de la mejor forma la evolución y el reconocimiento de encontrar su sitio, encontrarse y liberarse, salir de la burbuja y despertar por todo lo alto con una fuerza que nunca falta en su personalidad musical. Además, Miriam Rodríguez da voz a temas como el alzheimer la ansiedad y el echar de menos a una familia que está lejos pero sigue a tu lado. Después de Desperté, llegamos a Que hablen, una canción que emociona desde las primeras notas, la que refleja la valentía y una crítica a los que inventan sin conocerte. “Me juro que esta vez voy a ser fuerte”. Lo cierto es que quien lucha a contracorriente, siempre tiene al lado un aplauso. El final de Miriam cuando sube, deja la piel de gallina. Magnética y apoteósica, delicada y frágil, muestra su talento como compositora. Maestra de letras sanadoras y rompedoras.

Miriam Rodríguez: la transformación artística más sincera

No Vuelvas es una canción más colorista y más viva a nivel sonoro, con un toque más rockero. El ritmo es muy pegadizo y sin duda será una de las que más se disfruten en sus directos. Es uno de sus temas más enérgicos en un disco que debe escucharse en el orden para entender la evolución artística de Miriam. Después de No Vuelvas, la gallega se adentra en el género country con la primera canción en inglés Home que nos transporta a la sensación de volver al hogar que te vio nacer y que te acoge como si no hubiera pasado el tiempo, esa canción que es abrazo cuando más lo necesitas. Justo en el momento preciso.

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Esa revuelve la incógnita de los fans, una que recupera ese toque rockero en la que tan bien se desenvuelve . En ella encontramos la magia y dirección de esa chica que curó sus cicatrices con lágrimas sabor a sal y con música, la que en las libretas y el silencio de su habitación escribe lo que no puede callar, “las historias más terribles”, como ella mismo dice. Es la valentía de reflejarse en una canción y la posibilidad de reinventarse. Esa, la de los llantos olvidados y versos enredados que dirige su suerte y lo hace para reconocer su verdadero lugar.

Todos los temas marcan su propia diferencia. Lo descubrimos en No fui yo en la que aparece una voz limpia y desgarradora que habla de la importancia de culpabilizar y librar de dolor al inocente. Una forma de salvación que te sumerge en un estado de paz y desconexión que se hace más grande con las subidas de la voz de una Miriam muy humana y personal. Pero la que se centra en salvarte a si misma es De vez en cuando, un tema que define su propia esencia. “Soy yo quien me tengo que salvar”, la más sincera en la que cualquiera puede sentirse reflejado y deja roto el corazón por la mitad.

Miriam Rodríguez

Cuando intentamos recomponernos, llega No se quién soy, una balada sobrecogedora que nace como homenaje a los pacientes de Alzheimer y sus familias. Te rompe y emociona como si fuera la primera vez. Parece un ladrón que te deja sin aliento. Cuando algo se siente tan dentro, no hay barrera que pueda ocultar la verdad de una artista con mucho alma. Llegamos así a Dos  extraños en la ciudad, un tema profundo con un ritmo muy enérgico y popero. “No somos los de antes, hay que saber poner punto y aparte”, dice la canción. Entender que lo que no funciona, hay que dejarlo volar. El disco se cierra con el segundo tema en inglés Alone with you, la sensación de sentirse sola cuando estás acompañada, la necesidad de encontrarte. No había mejor forma de acabar porque al final Miriam Rodríguez nos dice que ahora sí, se encontró y quiso cantarlo y compartirlo y celebrar que el silencio dejó una tregua y le eligió para reconocer que la libertad es la mejor forma de arte.

Consciente de que la suerte es cuestión de trabajar, y ser fiel a si misma, Miriam se reconvierte en el eco más personal, el más sincero y brillante a nivel musical, el mismo en el que nos refugiamos cuando todo parece estar perdido, incluso tú. Gente que va y viene pero siempre ella. La leona, de fuerza desgarradora y corazón valiente. Esa que se perdió antes de ti pero se liberó y despertó en la dirección de tu suerte.

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