‘Un Marido Ideal’: cuando las apariencias engañan y el ingenio no defrauda

un marido ideal
Foto de Grupo Marquina

La ambición del poder y la riqueza se imponen a un caso de corrupción, fiel reflejo de la sociedad de una época

El Teatro Príncipe Gran Vía recibe Un Marido Ideal que ha estado de gira durante varios meses por diferentes lugares de España. En una importante dosis de ingenio, golpe de realidad y amor de absoluta entrega, vuelve a las tablas en una versión imperdible de Eduardo Galdán.

El amor lo puede con todo. Lo escribió Óscar Wilde en 1895 en su texto teatral que se estrenó el 3 de enero de 1895. En una divertida crítica de una destacada fiereza a la sociedad contemporánea, Wilde pone la mirada en un caso de corrupción donde las apariencias engañan con un punto de ironía. Inglaterra de los años 70. El ministro de asuntos exteriores, Sir Robert Chiltern es capaz de mentir incluso a su esposa por mantener la confianza que desde que se conocieron su mujer tiene depositada en él. Es un marido ideal para Lady Chiltern, un político ejemplar y el marido honesto que cualquiera querría tener al lado. Pero no todo es lo que parece. Aunque todo luce perfecto de cara a la galería, la realidad es muy distinta. La llegada a sus vidas de la seductora periodista Mrs. Cheveley que le chantajeará con destapar toda la verdad, amenazará con destruir una relación que parecía firme e inalterable.

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La integridad moral, a examen

La corrupción a escena. Los argumentos del acusado siguen siendo los mismos que escuchamos en los políticos que han sido salpicados. Rodeado de un buen amigo y consejero Lord Arthur Goring, conocido en la época por su modernez en su forma de vestir y su gran inteligencia, Robert intentará hacer frente a una acusación que nunca pensó que podría salir a la luz. En una dirección impecable de Juan Carlos Pérez de la Fuente, nos encontramos con temas de importante trasfondo que Wilde quiso poner de relevancia en su día y que ahora cobran importancia con más fuerza si cabe ¿Hasta dónde puede llegar una persona con una ambición desenfrenada por el poder? ¿El amor puede esconderlo todo? Son preguntas que el público se hará durante la función que construye un curioso mosaico de las relaciones de pareja.

La ironía, el ingenio en el guion y los golpes de humor, brillantemente implementados dentro del texto hacen de Un marido ideal una comedia dramática que se mueve en la miseria humana. Una obra teatral, convertida en el mejor reflejo de una sociedad hipócrita que sigue cometiendo los errores del pasado. Aunque el texto fue escrito hace más de un siglo, es un argumento que se podría aplicar perfectamente a la sociedad actual. Protagonizada por un reparto repleto de caras conocidas, muy reconocibles en la pequeña pantalla que brillan en directo y duplican su talento y su profesionalidad actoral. Juanjo Artero, Candela Serrat y Dani Muriel (pareja dentro y fuera de los escenarios), María Besant y Ania Hernández unen sus fuerzas en un acto interpretativo de generosidad y naturalidad sobre las tablas del teatro.

Juanjo Artero sabe encontrar su sitio como principal protagonista de la representación. Logra recorrer con su trabajo los diferentes matices que requiere su personaje. Acompañado por Maria Besant en el papel de una esposa siempre orgullosa de su pareja que sabe trasladar la seriedad de una personalidad política y los miedos internos de alguien que se siente defraudada. Por su parte, Dani Muriel regala algunos de los momentos más delirantes y divertidos de la función. Su interpretación baila de forma milagrosa sobre las tablas. Candela Serrat es la solvencia y la solidez. Te habla desde la naturalidad y la frescura. Su trabajo duplica la magia en directo. Dulzura y naturalidad también la que pone de manifiesto Ania Hernández que a pesar de ser un personaje secundario brilla en su tono de comedia junto con el personaje de Muriel.

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