El musical ‘La Llamada’: en mejor forma que nunca

Jueves noche. El frío en Madrid cada vez es menos soportable pero la magia sigue viva. Las funciones de La Llamada reúnen a multitud de personas en la calle Corredera Baja de San Pablo, la que rodea el ya histórico Teatro Lara que tantas historias vio nacer. Todos, jóvenes y mayores  esperan para entrar. Unos repiten y otros se acercan por primera vez al campamento La Brújula dispuestos a sorprenderse por el fenómeno musical del que todo el mundo habla. Lleva siendo así desde su desembarco en la capital. Cada año, La Llamada saborea un nuevo triunfo pero manteniendo la esencia del primer día, la de ese pequeño hall en la que todo estaba por mejorar, crecer y brillar. A partir de ese momento, todo ha ido sucediendo de manera muy orgánica y natural. Ningún día es igual al anterior, es el milagro todopoderoso de un trabajo revelador que se vislumbra desde las butacas.

La magia sigue viva

Los músicos reciben al público a la entrada de la sala principal. Al lado del puesto de merchandising, Jaime Vaquero con una fan incondicional que siempre se acerca a comprarse un nuevo detalle. Ambos bromean sobre la fascinante chaqueta diseñada por los Javis con su marca. “El blanco ensucia mucho”, bromea el músico. Familia creada entre creadores, profesionales del musical y fans que no dejan de emocionarse en cada nueva visita.

Fue el día elegido para descubrir a los últimos fichajes. Yolanda Ramos, Marta Sango y Roko. La unión de generosidad y aprendizaje mutuo se pusieron de manifiesto con el fascinante guión de los Javis (Ambrossi y Calvo) sustentado en un plantel de infinito talento.

Nerea Rodríguez, destello imparable

Nerea Rodríguez volvió a brillar como María Casado en una entrega absoluta con la emoción de un personaje con multitud de matices, con el que a veces no es fácil mimetizarse. Más madura sobre el escenario en el ámbito de la actuación y siempre solvente a nivel musical, regala algunos de los números musicales más emocionales como sucede con su interpretación de Si esto es fe que te deja sin palabras con unos perfectos giros vocales que llegan al corazón. Su dulzura, su talento musical y su naturalidad sobre las tablas ponen de relevancia que ha nacido para hacer teatro musical. Una emoción que sale disparada al encontrarse con una mirada ya conocida que deslumbra con su poderosa voz. Es la voz del mismísimo Dios, Richard Collins Moore vuelve a su casa para seducir a María a través de las canciones más míticas de Whitney Houston, de la que Bernarda de los Arcos es fan incondicional. Richard es la veteranía más brillante. Siempre es un milagro encontrarse con su talento.

Roko, la ternura y la calidez

Roko tampoco se quedó atrás. Nos enamoramos de su ternura y la complicidad que requiere un personaje como el de la hermana Milagros. La actriz y cantante no decepcionó y dejó al público con ganas de darle un abrazo bien fuerte porque consiguió transmitir lo adorable de su personaje.

Marta Sango, reto superado

Marta Sango, por su parte, demostró que la música puede expresarse de muchas formas y hacerse bien a través del personaje de Susana Romero. Después de salir del fenómeno que supuso Operación Triunfo, la malagueña se atreve ahora con un musical y lo hace de la mejor de las maneras. Alocada, natural y emocional cuando el guión se lo pide, Marta estuvo brillante en el descubrimiento de la nueva faceta artística de una cantante que apuesta por los retos y no se conforma.

Yolanda Ramos, memorable y delirante

Pero sin duda, la joya de la noche fue Yolanda Ramos que se ganó el afecto del público con una Bernarda de los Arcos delirante en la que incluyó gags de su propia cosecha que hace que el teatro acabe riendo a carcajadas. Yolanda es única, deslumbrante en su vis cómica y natural hasta los límites. Tanto es así que durante la función se tropezó con los abrigos y se lo hizo saber al público. Incluso en más de una ocasión, durante la función, las propias actrices no pudieron aguantar la risa con algunas de sus ocurrencias y fallos inesperados.

Actriz de  comedia siempre a la altura que regala una interpretación que hay que aplaudir desde la primera frase. Su Bernarda de los Arcos es la más divertida que tuvimos la suerte de presenciar con momentos memorables y una interpretación inolvidable.

La verdad y naturalidad se hicieron presentes sobre las tablas con un reparto en estado de gracia que nos dejaron con una sonrisa en la cara.  ganas de recibir la magia de un fenómeno musical que se encuentra en mejor forma que nunca.

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