Galán deslumbrante de las telenovelas turcas, actor imparable en la pequeña pantalla y estrella que triunfa mundialmente por su trabajo interpretativo en Erkenci Kus (Pájaro soñador). El éxito de Can Yaman también aparece en su último proyecto que ha podido verse en la pequeña pantalla, Dolunay: Luna Llena que hoy a las 20 horas celebra su gran final en Divinity.
Su mirada cautiva desde esa primera vez que aparece en televisión. Desde entonces, levanta pasiones entre sus fans dentro y fuera de nuestras fronteras. Es el éxito de las telenovelas turcas que empiezan su desembarco en España con Fatmägul pero que ahora cogen más fuerza y provocan una auténtica revolución con la aparición de Can Yaman como protagonista de una comedia romántica que lo tiene todo para enamorar. Nova y Divinity aprovechan este tirón y emiten Kara Sevda (Amor eterno) o Pájaro soñador. España llegó tarde para ocupar un espacio que ya triunfaba en Chile, Estados Unidos y otros países donde este tipo de telenovelas arrasaban.
Can Yaman es el hombre más buscado y admirado de todo el mundo. No hay persona que no le conozca después de la locura que desató su llegada a nuestro país. No importa si no sigues sus telenovelas porque su nombre ya suena con fuerza por la legión de masas que levanta a su alrededor. Abogado que ejerció en la rama de Derecho Fiscal y amante del deporte reconvertido en un actor que saborea el éxito de una profesión que llegó a su vida sin esperarlo.
Su andadura en la interpretación comienza en 2014 con Gönül İşleri pero no sería hasta 2017 cuando su popularidad en Turquía ya era indudable con el personaje de Ferit Aslan en Dolunay. Desde entonces, su éxito va creciendo y así es como se alza con el premio Golden Butterfly Award por su papel en la serie Pájaro Soñador, Can Divit, ese fotógrafo que triunfa en todo el mundo y acepta el deseo de su padre: dirigir la empresa familiar, ante la envidia de su hermano mayor Emre. Can Divit comparte con el personaje del proyecto anterior, Ferit el espíritu emprendedor y empresarial en el que el amor siempre está presente y no deja tregua.
De abogado a estrella de las telenovelas
Can siguió la vocación de su padre y por eso se lanzó a estudiar Derecho gracias a una beca de baloncesto en la universidad de Yeditepe. El deporte se convirtió en otra de sus pasiones que nunca quiso abandonar. Sus ganas por aprender y experimentar nuevos retos desde que era un niño siempre estuvieron presentes y su madre, su mejor aliada gracias a su profesión como profesora. Empezó en el mundo de la interpretación para mejorar su dicción en su futuro como abogado. Unas clases que le han llevado a triunfar mundialmente como una de las estrellas de las telenovelas turcas. Actualmente habla inglés, turco, italiano y alemán.
Can Yaman es imparable, humilde a pesar del éxito que ha llegado a su vida con unos 30 años en los que ha aprovechado el tiempo todo lo que ha podido, aprendiendo de una familia muy vinculada al deporte y siempre con los pies en la tierra.
De mirada poderosa y arrebatadora y un talento innato para ponerse en la piel de personajes que nunca antes se habría imaginado, el actor turco intenta lidiar con la fama como puede porque al final es una persona normal con sueños y preocupaciones como tú y yo. Se ha convertido en abrazo y abrigo para esos fans que no han pasado o no están pasando por su mejor momento. El simple hecho de verle en televisión hace que muchos puedan olvidar sus problemas durante unas horas. Y ese es un triunfo que no cualquier actor puede llevarse en su recuerdo. Can Yaman cambia vidas y las mejora sin darse cuenta. Lo hace aquí en España, en su país y en todo lugar del mundo que se acerca a descubrir su magia.
Can Yaman es mucho más que un cuerpo atractivo y musculado, es abrazo infinito para sus fans y un actor que se encuentra en constante búsqueda. Siempre trata de buscar algo que le emocione y le sirva para crecer en una profesión que hace brillar su potencial artístico.
Can Yaman te espera este miércoles en Divinity en la final de Dolunay