Las Chicas del Cable dicen adiós el próximo 3 de julio en Netflix, donde los espectadores podrán disfrutar de los cinco últimos episodios
“Sé quién soy, una mujer moderna, libre para vivir, para amar y libre para marcharse”. Cuando un proyecto respira libertad y buenas intenciones, todo fluye con facilidad. Las chicas del cable no es una serie que calla, es una serie que parece gritar “Esto es lo que soy”, una serie que abraza sus virtudes y funciona por las tramas de personajes femeninos fuertes y un halo de misterio que engancha al espectador.
Hemos viajado con ellas en la construcción de una amistad que se ha hecho más fuerte con el paso de los capítulos. Juntas han tenido que enfrentarse a difíciles momentos en la compañía y duros golpes en su vida personal. Han luchado por sus derechos como trabajadoras, por su libertad sexual, por el amor verdadero y diversos temas que han dejado peso en los seguidores.
Es la primera ficción original de Netflix que ha tenido un éxito destacado dentro y fuera de nuestras fronteras. Puede gustar o no gustar, pensar que le falta coherencia, pero lo que es innegable es que Las chicas del cable venden lo que nunca se dejó de lado: ser fiel al producto de ficción en su origen basado en un melodrama romántico que buscaba cautivar al público femenino, especialmente.
Hay historias que dejan huella en un nuevo campo de acción, donde la voz de las mujeres resuena con fuerza, sin pretensiones ni irreverencia, sin abanderarse de nada. Simplemente con la necesidad de contar una historia bien construida a partir de cinco mujeres con capacidad de desarrollo narrativo.
Las chicas del cable da espacio a las voces que siempre debieron estar y que están gracias al universo de la ficción que permite descubrir a unas mujeres con carácter que formaron parte de un hecho histórico: la llegada de la telefonía a nuestro país en un mundo lleno de prejuicios y estereotipos. Del espíritu rebelde y revolucionario de Carlota, fiel defensora de las injusticias, al carácter decidido de Lidia/Alba, pasando por el amor propio y la lucha de Óscar, la dulzura y evolución de Marga o la humanidad y personalidad sensible de Ángeles que luchó hasta el final.
La despedida final ha llegado. La primera serie original española llega a su fin. Hemos vivido junto a ellas momentos memorables, y ahora las chicas del cable lucharán por elegir su destino, hasta el final. Nos darán el último adiós con el estreno de los cinco últimos capítulos el próximo 3 de julio.
En esta última parte, retomamos la historia siete meses después, en una España convulsa. Lidia sufre la venganza de Carmen en un Centro de reeducación, mientras Francisco y sus amigas la buscan desesperadamente. Su historia, ha marcado un antes y después en el camino de Netflix en España. Bajo el lema “No es por nosotras, es por todas” narra una historia de amistad y de compromiso entre mujeres que ha conquistado al espectador de forma mundial.
Esta última entrega de Las chicas del cable, producida por Bambú producciones para Netflix protagonizada por Blanca Suárez (Lidia), Nadia de Santiago (Marga), Ana Polvorosa (Óscar), Ana Fernández (Carlota), Denisse Peña (Sofía), Concha Velasco (Doña Carmen), Yon González (Francisco) y Nico Romero (Pablo), contará con 5 episodios que estarán disponibles en el servicio en todo el mundo.