Rosalía es un milagro. La joven catalana se ha convertido en un fenómeno musical y social que ha derribado fronteras entre géneros musicales. Ahora, el flamenco y el trap son sus compañeros de viaje. Rosalía es mucho más que voz y presencia encima del escenario. Es el talismán de una generación que busca el cambio. Con ella lo han encontrado en su máximo esplendor. Llega la verdadera revolución, la de Rosalía cantando por bulerías, regalando magia entre bambalinas.
Convertida en la reina del pop desde la humildad y el talento, la autora de Malamente se atrevió a hacer lo que nadie había cantado con una forma diferente de concebir la música. No tiene límites ni fronteras. Rosalía apuesta por un lenguaje propio con el que ha construido su sello personal. Su intención no es vender discos como churros, sino apostar por la música que le identifica como artista, la que le hace sentirse libre, sin ataduras, a través de un estilo de música nunca antes escuchado. Su cuerpo y su voz son un mágico universo donde los que se paran a escucharla pueden sentir el latir que sale en forma de suspiro emocional y llega directo al corazón.
Si Rosalía fuera un animal, sería una pantera
Tengo la televisión apagada pero Rosalía sigue ahí. Aunque ya no la veo a través de la pantalla, la siento más cerca que nunca y eso aún cobra más valor. Todo el mundo ha oído hablar de ella. Rosalía. Rosalía. Rosalía. Su nombre resuena en la cabeza de tu madre, tu hermana, tu abuela y tu mejor amiga. Y es que la cantaora perfectamente podría convertirse en un tema del examen de selectividad del próximo año. La joven catalana tiene a la prensa internacional a sus pies. Su nuevo disco El mal querer es un manual contra el machismo y un grito de poder femenino. Un álbum brillante que habla de cómo han cambiado las formas de querer a las mujeres en el último milenio.
Si Rosalía fuese un animal, sería una pantera. Elegante, camaleónica. Lo mismo te canta un flamenco intimista que se atreve con un ritmo más urbano por su apariencia salvaje. A los siete años empezó a cantar y toda su familia rompió a llorar. Desde entonces, supo que su camino era la música. Rosalía tiene el poder de emocionar cuando la primera nota sale de su garganta. Solo ella es capaz de hacer sentir un ciclón de sensaciones en el estómago que te hacen estar lo más cerca a la sensación de volar suspendido en el espacio. Todavía recuerdo el primer día que fui a un concierto suyo. Era al aire libre. Hacía mucho frío y la gente amenizaba la espera y la noche heladora con chocolate caliente. Se apagaron las luces y con una capa roja y una luz deslumbrante apareció Rosalía dejando a todos boquiabiertos, incluido el mismísimo Almodóvar al igual que lo hace una pantera que tiene el don de repartir silencio y admiración con su presencia.
El ascenso imparable de una estrella mundial
Aunque no sea gitana, desde que era una niña tiene el flamenco tatuado en sus entrañas como ya demostró en su primer disco Los Ángeles, compuesto junto a Raül Refree. Para muchos jóvenes, la mujer de uñas de gel y de mirada hipnótica es su primer contacto con el flamenco y para otros, ha supuesto un redescubrimiento fascinante del género. Rosalía sale al escenario y te gana. Acompañada de ocho bailarinas, propone una escenografía a nivel visual y coreografía que te deja sin habla. Valiente cantaora que se atreve con el baile para hacer historia con cada concierto que es un regalo para los sentidos. Su arte es universal, adictivo e imparable. Ha pasado del anonimato a convertirse en la nueva chica Almódovar. La joven de 25 años tiene un papel en Dolor y Gloria, la última película de Pedro en la que participan Penélope Cruz y Antonio Banderas. Sus canciones son recomendadas por estrellas como Halle Berry o Dua Lipa. Su inagotable proyección internacional es un triunfo que ningún artista español había conseguido hasta la fecha. El ascenso de Rosalía empieza desde abajo. La joven ha sido capaz de construir su propio sello cuando nadie le conocía y eso es más admirable. Es la solvencia del talento. Pero eso no es todo. Ha ganado dos Grammy latinos por su último álbum coproducido con El Guincho y ha hecho historia en Spotify con El mal querer con el que suma 60 millones de streams en todo el mundo y se sitúa en el top 10 de los discos con más streamings en España. Además, el videoclip de Malamente fue elegido como uno de los 10 mejores vídeos de 2018 por los críticos de Billboard, según datos de Vinilo Negro.
Luchadora y tenaz, la catalana ha logrado forjarse una carrera musical en una industria en la que cada vez es más difícil hacerte notar. Rosalía lo ha conseguido trabajando duro, siendo ella misma y confiando en su intuición, la que le ha llevado hasta donde está ahora. No penséis que hay una potente campaña de marketing detrás de su sello artístico como muchos han apuntado. Lo único que hay es pasión, valentía y verdad, siempre con los pies en la tierra y el corazón en la música. El verdadero triunfo está en ser quien quieres ser y Rosalía lo ha conseguido. Miles de voces la coronan como la nueva estrella de la música española. Ella vuela sola, con el deseo de brillar a su manera, como siempre ha hecho, con esa música que tiene clavada en el alma desde que era una niña de ojos color azabache. Y nosotros seguimos a su lado. Es imposible huir de su arte. No podemos. No queremos escapar del latido incesante de Rosalía.
La opinión de Arturo Paniagua 
Un sonido tradicional que causa curiosidad y admiración fuera de nuestro país
Desde La Voz Cultural, hablamos en exclusiva con el crítico musical Arturo Paniagua sobre la figura de Rosalía en la música actual. “Creo que nos vuelve a poner en el epicentro de la música mundial, y esta vez por un riesgo creativo enorme. La demostración de que, desde España, podemos tener un sonido internacional sin perder nuestra identidad”. Como ya hemos señalado en este artículo, el gran éxito de la catalana radica en ser ella misma, siempre en busca de su propia esencia. “En este caso importa ser fiel a uno mismo y las influencias que has recibido durante toda la vida. A Rosalía la he escuchado hablar con la misma pasión de Camarón que de Frank Ocean y eso se nota en su música. Y sí, en esa ecuación del éxito también está haber utilizado un sonido tradicional que causa curiosidad y admiración fuera de nuestro país, el flamenco, y adaptarlo a sonidos que marcan tendencia habitualmente”, admite.
